Pues termina mi primera semana a jornada completa en Vendetta y me encuentro desbordado de sentimientos, inquietudes, planes que hacer, planes que no podré hacer...
Durante la semana ha habido dos días que se han salido un poco de la rutina que comenté en el blog anterior, uno fue la tarde del viernes que me tocó en el Corral, y el otro la tarde del sábado en el Ind.
La tarde en el Corral fue toda una experiencia, fue una tarde muy tranquila ya que los chavales que viven allí, al ser mayores pueden salir y volver a una hora establecida. Había dos cosas que cambiaron respecto a aquella cena a la que fui invitado. Había dos invitados nuevos, una chavala de 15 años embarazada con circunstancias familiares algo dificiles y un niño de dos añitos! a cuyos padres se le había retirado temporalmente la custodia por temas de malos tratos y tal.
Pues a lo largo de la tarde los chavales desaparecieron del centro, escepto las dos chicas que al llevar menos de una semana no podían hacerlo y el niño por motivos obvios. Las horas pasaban jugando a las cartas, viendo la tele y jugando con el niño y sus juguetes, los chavales (chavales por llamarlos de alguna manera, por que son tos mas altos que yo ya...) llegaban y se iban uniendo al salón, duxándose, etc. Comparto la tarde con A, otra educadora con la que me siento muy bien y nos compenetramos perfectamente. Lo más complicado, por decirlo de alguna manera es dar de comer al niño y duxarlo, pero para ello contamos con la inestimable ayuda de la chica embarazada de antes, la cual nos echa un cable y todo surge a pedir de boca. LLega la hora de la cena, cenamos y me piro. Todo ha salido perfecto y me voy a casa con una experiencia muy grata.
Me siento un pokito responsable de algo que tiene mucha importancia en la sociedad de hoy, y sobretodo para mi.
Ayer fue el día que trabajé por la tarde en el Ind. Puf... esto se planteaba más jodidillo. Pelear (en sentido figurado... o no.) con 8 niños que... me iban a dar mucha guerra.
Llego para comer y llega el primer "problemón" del día. Valla 3 pequeñajos, cómo pueden 3 niños pequeños dar taaaaaaanta guerra para comer unos espaquetis con tomate! En fin, entre eso y que los otros dos se ponen a jugar al balón el salón... empieza una trade muuuuuy larga. Después de comer y con dos de los pequeños castigados por no comer se ponen a jugar, se vuelven a pelear por los juguetes... en fin, si son 3 bombas de relojería, que esperaba... A se va y me quedo sólo con 5, xq uno esta con su madre y otros dos en el campo. Los dos mayores jugando en el ordenador y de los 3 pequeños dos durmiendo por el castigo en sus cuartos y la otra se pone a ver la tele. Por fin un poco de trankilidad. Llega A a las 3 horas y decido levantarles el castigo de no salir hoy al parque por pelearse, por mi propio bien. Pienso que si salimos los niños estarán más distraidos, no se pelearán y tal, así que a la placita con 4 de ellos. Otra está en el cyber y otros 2 en el cine. Vuelta a casa la cena... C me enseña el truquito del ratoncito perez. Al parecer "hay un ratoncito en la cocina que cuando el educador no mira se come la comida del tenedor!" Y después le hecho la culpa a alguno de los niños y me dicen que ha sido el ratoncito perez, toda una experiencia... Vuelvo a pinchar algo que antes no le gustaba y que ahora el "ratoncito perez" se come por que está buenisimo. En fin...
Pues nada, que termino de cenar y para casa. Me voy con un pokito más de idea de lo que es una "guerra a campo abierto" contra personitas llenas de energía y que nunca se cansan.
La semana que viene se plantea llena de turnos de tarde así que... ya os contaré!
Besos y abrazos!
Durante la semana ha habido dos días que se han salido un poco de la rutina que comenté en el blog anterior, uno fue la tarde del viernes que me tocó en el Corral, y el otro la tarde del sábado en el Ind.
La tarde en el Corral fue toda una experiencia, fue una tarde muy tranquila ya que los chavales que viven allí, al ser mayores pueden salir y volver a una hora establecida. Había dos cosas que cambiaron respecto a aquella cena a la que fui invitado. Había dos invitados nuevos, una chavala de 15 años embarazada con circunstancias familiares algo dificiles y un niño de dos añitos! a cuyos padres se le había retirado temporalmente la custodia por temas de malos tratos y tal.
Pues a lo largo de la tarde los chavales desaparecieron del centro, escepto las dos chicas que al llevar menos de una semana no podían hacerlo y el niño por motivos obvios. Las horas pasaban jugando a las cartas, viendo la tele y jugando con el niño y sus juguetes, los chavales (chavales por llamarlos de alguna manera, por que son tos mas altos que yo ya...) llegaban y se iban uniendo al salón, duxándose, etc. Comparto la tarde con A, otra educadora con la que me siento muy bien y nos compenetramos perfectamente. Lo más complicado, por decirlo de alguna manera es dar de comer al niño y duxarlo, pero para ello contamos con la inestimable ayuda de la chica embarazada de antes, la cual nos echa un cable y todo surge a pedir de boca. LLega la hora de la cena, cenamos y me piro. Todo ha salido perfecto y me voy a casa con una experiencia muy grata.
Me siento un pokito responsable de algo que tiene mucha importancia en la sociedad de hoy, y sobretodo para mi.
Ayer fue el día que trabajé por la tarde en el Ind. Puf... esto se planteaba más jodidillo. Pelear (en sentido figurado... o no.) con 8 niños que... me iban a dar mucha guerra.
Llego para comer y llega el primer "problemón" del día. Valla 3 pequeñajos, cómo pueden 3 niños pequeños dar taaaaaaanta guerra para comer unos espaquetis con tomate! En fin, entre eso y que los otros dos se ponen a jugar al balón el salón... empieza una trade muuuuuy larga. Después de comer y con dos de los pequeños castigados por no comer se ponen a jugar, se vuelven a pelear por los juguetes... en fin, si son 3 bombas de relojería, que esperaba... A se va y me quedo sólo con 5, xq uno esta con su madre y otros dos en el campo. Los dos mayores jugando en el ordenador y de los 3 pequeños dos durmiendo por el castigo en sus cuartos y la otra se pone a ver la tele. Por fin un poco de trankilidad. Llega A a las 3 horas y decido levantarles el castigo de no salir hoy al parque por pelearse, por mi propio bien. Pienso que si salimos los niños estarán más distraidos, no se pelearán y tal, así que a la placita con 4 de ellos. Otra está en el cyber y otros 2 en el cine. Vuelta a casa la cena... C me enseña el truquito del ratoncito perez. Al parecer "hay un ratoncito en la cocina que cuando el educador no mira se come la comida del tenedor!" Y después le hecho la culpa a alguno de los niños y me dicen que ha sido el ratoncito perez, toda una experiencia... Vuelvo a pinchar algo que antes no le gustaba y que ahora el "ratoncito perez" se come por que está buenisimo. En fin...
Pues nada, que termino de cenar y para casa. Me voy con un pokito más de idea de lo que es una "guerra a campo abierto" contra personitas llenas de energía y que nunca se cansan.
La semana que viene se plantea llena de turnos de tarde así que... ya os contaré!
Besos y abrazos!
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