En el recuerdo, Paco Bello: un cura canario que puso una bandera arcoiris en su Iglesia
“Esto es diversidad. Esto es colorido. Esto es belleza. Esto es alegría. Fantástico. Primero quiero perdir perdón por pertenecer a una institución que no termina de convertirse al evangelio de Jesús, a un Jesús que jamás condenó la homosexualidad y jamás condenó el matrimonio homosexual, pero sí a los soberbios, a los poderosos, a los que discriminan”
El sacerdote Nicoás Alessio se dirige a la multitud tras la marcha por el matrimonio gay en Córdoba (Argentina)
Nicolas Alessio termina con una reflexión: “Los dioses son más plurales que nosotros; son un arcoiris de diversidad”. Son 8 minutos que desafían la autoridad de la Iglesia Católica, concretamente la del jefe directo de Alessio, el arzobispo Carlos José Ñáñez, que ya no sabe cómo mantener a esta descarriada oveja dentro del redil. En los portales de información católica le acusan de “indigno para ejercer el sacerdocio” y llaman a la recogida de firmas para que Monseñor Ñañez haga algo. “Los Kirchner y cía andan empeñados en seguir los pasos zapateriles en el camino de la ingeniería social y puede que logren que el matrimonio entre homosexuales sea una realidad”, dice el mismo crítico, en referencia al proceso de legalización de las uniones del mismo sexo que tiene lugar en Argentina.
En Argentina, la Federación de Gays, Lesbianas y Transexuales ha conseguido “las adhesiones de alrededor de 17 sacerdotes católicos y algunas congregaciones religiosas de monjas”, nos cuenta Marcelo Márquez, que trabaja en asuntos religiosos para esta organización y con el que hemos cruzado algunos e-mails.
P: ¿Qué peso tiene la Iglesia Católica en Argentina para la aceptación social de la homosexualidad?
R: Su discurso pesa, quizás menos en los grandes centros urbanos, pero a medida que uno se aleja de estos centros, este discurso pesa más. Y sigue contruyendo homofobia que se expresa en el trato discriminatorio que lleva hasta el asesinato de personas de nuestro colectivo. No es un discurso menor, inocente y no hay que subestimar el poder económico y de relaciones con que cuentan. Los países latinoamericanos somos sociedades en las que el discurso religioso es importante para su población general y media y a la vez esto mismo es utilizado por los sectores de poder, entre ellos la misma jerarquía católica y los sectores más reaccionarios de la institución como el Opus Dei o evangelistas pentecostales de tinte fundamentalista.
P: En orígen, los cristianos eran “los diferentes”…
R. Sí, la Iglesia surgió de una minoría distinta del hegemónico del judaísmo y el imperio romano. La gran diversidad de espiritualidades, carismas y estados de vida en la iglesia dan cuenta de la consonancia con lo diferente. El aferrarse al poder, al privilegio institucional, al verticalismo, al clericalismo, incluso al machismo y el heterosexismo, son más opuestos a los valores cristianos.
P: ¿Hay alguna corriente que haya defendido expresamente los derechos de los homosexuales dentro de la Iglesia?
R. Lamentablemente no, no existe una corriente determinada que defienda expresamente los derechos del colectivo LGTB, porque éste último siempre buscó separarse de una institución tan militantemente violenta con ella. Fuera de la Iglesia católica hace años extiste la Teología Queer, pero el peligro de ésta es que se transforme en elitista y no sea capaz de atravesar los intersticios dejados por la institución, para comenzar a construir un discurso positivo y liberador de la homosexualidad en la Iglesia.
En España, la bandera arcoiris de Paco Bello
En España es complicado encontrar en la jerarquía católica un caso como el de Nicolás Alessio, y menos aún durante el proceso de legalización del matrimonio gay de 2005. La mayoría de los religiosos que apoyan la igualdad de las uniones pertenecen a colectivos de cristianos de base. Pero hay personas que desputan y dejan su recuerdo.
Uno de ellos, Paco Bello, el cura canario que plantó la bandera arco iris en su Iglesia el Día del Orgullo.
Murió el pasado 22 de noviembre en Telde, Gran Canaria, donde oficiaba en las parroquias de La Garita y Marpequeña. “Es posible que a algunas personas este nombre no les diga nada, pero a los y las creyentes lesbianas, gays, transexuales y bisexuales significa mucho”, dicen los que le rinden homenaje, que recuerdan un momento especial.
Un domingo de Cuaresma, Paco quiso presentar a los fieles de su parroquia al grupo canario de creyentes homosexuales. “Menuda sorpresa nos dio”, recuerdan en su blog el grupo de creyentes homosexuales y transexuales de Gran Canaria, “cuando, nada más comenzar la celebración anuncia, con una socarronería típicamente canaria, a toda la asamblea que ese sábado en la misa se encontraba un grupo de ‘maricones y bollos’ (literalmente) que eran católicos. Él conocía muy bien a su gente y sabía que introduciéndonos con estas palabras removería sus conciencias y los prepararía para cuando tomáramos la palabra; palabra que nos cedió en medio de la homilía. Nosotros no dábamos crédito a lo que estábamos viviendo. La reacción de la gente que se encontraba en la iglesia fue maravillosa”.
En Cristianosgays.com también lamentan la reciente muerte, esta misma semana, de José María Díez-Alegría, jesuíta y teólogo casi siempre crítico con El Vaticano, que dedicó mucha parte de su vida a vivir y reconstruir socialmente algunas barriadas de Madrid que hoy no hay quien las reconozca. El también teólogo Juan José Tamayo escribe sobre él que “contribuyó a desdogmatizar y humanizar ambos sistemas de creencias [el marxismo y el cristianismo], tendió puentes y buscó lugares de encuentro”.
Y este enlace de regalo: http://www.enfoca.es/2010/07/una-monja-anciana-denuncia-rouco-varela.html
P.D: TQ
No hay comentarios:
Publicar un comentario