Hola a todos/as!
Ya he vuelto de mi viaje por tierras puneñas. Puno es la ciudad más importante de Perú a orillas del Lago Titicaca, con 120.000 habitantes. En si no es una ciudad con mucho atractivo turístico, pero sí el lago, compartido al 60% / 40% con Bolivia. Os explico en qué ha consistido el paseíto, pero primero una recomendación: abrid la wikipedia o alguna otra página por el estilo e ir visitando y leyendo sobre la historia de los lugares que aquí nombro, por que merece mucho la pena.
Llegamos el primer día y salimos en barco hacia nuestra primera visita, los Uros. Las islas flotantes nos dejan bastante impactados, tanto por su espectacularidad como por lo preparado que está todo para el turismo. Los Uros son unas islas flotantes hechas de Totora, allí un presidente de la isla a la que nos llevan nos contó como se construyen las islas, cómo viven los habitantes, cómo pescan, etc. Es una pena ver algo tan increíble y verlo a la vez tan destrozado y cambiado por la "mala globalización", se le quita en gran medida todo el atractivo de ver el milagro de que es capaz el hombre.
De ahí partimos a Amantaní, una de las mayores islas del lago que también es muy visitada por los turistas. Su mayor atractivo es el turismo vivencial que se puede hacer. Llegamos a medio día y te presentan a la familia que te acoge durante todo el día, te da de comer, cenar, se hace una fiesta por la noche y desayunas; todo en su casa, muy impactante. Durante la tarde visitamos uno de los dos templos pre-inkas de la isla, el templo a la PachaTata (el templo al Dios Cielo), aunque no se podía entrar tampoco era nada del otro mundo, sólo un espacio en forma de cruz a dos niveles donde se hacían rituales, ceremonias, etc.
A la mañana siguiente salimos para otra isla, Taquile. Igual que la anterior está bastante preparada para el turismo. Sus principales actividades económicas son la pesca, la agricultura y el turismo, junto con la venta de sus famosísimos telares. Son especialistas en tejer todo tipo de prendas, chullos, casacas, polleras, pulseras, camisas, etc. Como curiosidad hace unos años un Taquileño ganó un concurso internacional de tejer.
Damos un paseo por la isla y nos paramos a almorzar trucha, una de las 5 variedades de peces que se crían naturalmente en el lago; muy rica. El lago en sí es una reserva de la naturaleza preciosa, tanto por sus totorales, como por su variada fauna y flora. A eso de las 12.30 volvemos para Puno.
Descansamos toda la tarde, salimos a cenar y volvemos al hotel a descansar para nuestro último día en Puno. Diréis ¿por qué descansar tanto? pues sólo comentaros que entre esos paseos por las islas hicimos más de 20 horas en lancha, ya que su velocidad era bastante... como decirlo... yo nadando e impulsándola hubiéramos ido más rápido. Y tantas horas así cansa bastante. Eso unido al viaje en bus desde Ilo por la noche y sin dormir pues...
A la mañana siguiente el plan era subir al Mirador del Cóndor. Desde ahí pudimos ver un puno bastante espléndido, a orillas de un lago mágico de donde surgen un sin fin de leyendas e historias de hace más de 4000 años. Por ejemplo, se dice que de aguas del Lago surgió el primer gobernador Inka, al que el Dios Sol le dio un bastón de oro y le dijo: camina, y allí donde se hunda tu bastón, funda tu imperio. Y el bastón se hundió en Cusco, centro del imperio Inka.
En la tarde salimos en un tour hacia Sillustani, a visitar un antiguo cementerio pre-inka. Es un cementerio compuesto por Chulpas, que son construcciones no hacia el interior de la tierra, si no en forma de torres hacia el cielo. De nuevo la historia contada por el guía sobre el sitio te lleva a recrear parte de la vida (o muerte mejor dicho) de la cultura pre-inca que vivió en los alrededores de Puno, la cultura Aimara Coya. La visita fue muy interesante.
Y de ahí vuelta a casa en otro agotador viaje de 10 horas en un bus del infierno...
Pronto colgaré las fotos para que os recreèis.
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